Sin lugar a dudas, la «Biobrafía» de Juan Salvador Navarro Cotela, mi padre, es mi proyecto más personal.
Nace en 1942, paternero de soca, y desde muy temprana edad muestra una destacada aptitud para dibujar. Desde los cuadernos del colegio hasta su último cuadro inacabado en 2014, toda su vida es leal a su vocación: dibujar, pintar, crear. Siempre generoso, siempre con la gorra puesta, en cualquier lugar, en cualquier ocasión. La recopilación cronológica de su obra, presentada en cuatro grandes etapas vinculadas a sus cuatro nombres, es el reflejo más fiel de su vida. De principio a fin. Su Biobrafía.
Este proyecto nació principalmente de la necesidad de recopilar, ordenar y catalogar su obra con el único objetivo de compartirla con familiares y amigos. Durante muchos meses dediqué parte de mi tiempo libre a ello, además de a su diseño y maquetación. Posteriormente, junto con mi hermana Lorena, decidimos realizar una edición de ejemplares, limitada y no venal (que no está a la venta), para obsequiar a aquellos que conocieron a nuestro padre.
Para su distribución, convocamos a todos los íntimos a un pequeño acto de homenaje el sábado 16 de noviembre de 2019 por la tarde en La Escuela de Ruzafa. La acogida fue espectacular. Con la generosa colaboración de mi buen amigo Enric Esteve, que hizo las veces de moderador, compartimos un momento único que recordaré toda mi vida. Marta Brines, muy buena amiga también, fue la encargada de sintetizar la esencia de aquella tarde en un extraordinario vídeo. Mención especial para Fernando Brines, mi mano derecha en todo momento.
Y ahora esta particular publicación adquiere formato digital para que quien lo desee pueda asomarse a ella, recordando siempre que es un producto íntimo referido a la vivencia personal. Sin más pretensión que la de seguir compartiendo el legado de un artista que nunca alardeó de ello.
Juan Salvador Navarro Cotela, un hombre espléndido.
Aquí tienes disponible la «Biobrafía» en su versión digital.
