Solo decir en voz alta «DUDUA» ya genera buen rollo. Es la Escuela Infantil donde llevé a mis hijos Juan y María en los 90. Conozco a Tomás desde entonces y la conexión fue inmediata. Desde el minuto uno. Primero como padre implicado colaborando en todo lo que hiciera falta (inolvidable aquel festival disfrazado del Mono Louis de «El Libro de la Selva») y luego ya como profesional en todo aquello que se necesitaba para dar a conocer la Escuela: folletos, carteles, etc.
Quizá el trabajo más bonito y «resultón» fue la decoración de la fachada con unos llamativos paneles en los que conté con la colaboración de la ilustradora Cristina Durán. Para ello, primero, y con la ayuda de Roberto Roca, fotografiamos internamente a diferentes niños y niñas de la Escuela (con la autorización por escrito de sus padres, por supuesto). Posteriormente, con las fotografías ya seleccionadas, Cristina puso la magia y convirtió las fotos en dibujos. Luego ya me tocó a mí lo más fácil: hacer la composición de los paneles adaptada a los espacios disponibles para contar así la historia del método CEMEDETE que es el que se trabaja en DUDUA.
Un emocionado recuerdo para Sacra; seguro que desde allá arriba, sigue cuidando de su Escuela y de todos los pequeños.